La adolescencia es una etapa de profundos cambios, tanto a nivel físico como emocional y social. Por ello, es normal que en este torbellino de nuevas experiencias y la búsqueda de identidad, surjan cambios significativos en el comportamiento de los jóvenes. Ahora bien, resulta crucial distinguir entre las conductas propias de la edad y aquellos patrones que podrían indicar un trastorno de comportamiento subyacente.
En el centro de psicología de Iria Malde Modino, en Narón, somos expertos en terapia infantil-juvenil, ofreciendo un espacio seguro para la comprensión y la acción.
¿Qué se entiende por trastornos de comportamiento?
Los trastornos de comportamiento en jóvenes se caracterizan por patrones persistentes de conducta que se desvían significativamente de las normas sociales y las expectativas para su edad. Estos patrones pueden manifestarse de diversas formas, incluyendo la agresividad verbal o física, la desobediencia constante a las figuras de autoridad, el incumplimiento de normas, el robo, el vandalismo o incluso la crueldad hacia personas o animales.
Cabe señalar que un episodio aislado de mal comportamiento no constituye un trastorno; la clave reside en la persistencia y la intensidad de estas conductas, así como en su impacto en la vida del joven y su entorno.
Señales de alerta y la importancia de la detección temprana
Reconocer las señales de alerta es fundamental para una intervención a tiempo y eficaz. Algunas de estas pueden incluir rabietas frecuentes e intensas, dificultad para controlar la ira, negativismo desafiante, tendencia a culpar a otros, evadir responsabilidades, problemas de rendimiento académico, aislamiento social o conductas de riesgo.
Si bien es natural que los adolescentes experimenten altibajos emocionales, la persistencia de estos comportamientos y su impacto negativo en las relaciones familiares, escolares y sociales deben ser motivo de atención. La detección temprana permite abordar las dificultades antes de que se consoliden y generen consecuencias más graves a largo plazo.
Nuestro enfoque: evaluación, intervención y apoyo familiar
En Iria Malde Modino abordamos los trastornos de comportamiento juvenil desde una perspectiva integral. Nuestro proceso comienza con una evaluación exhaustiva para comprender la naturaleza y el origen de las dificultades del joven. A través de entrevistas con el adolescente y su familia, la observación conductual y el uso de herramientas de evaluación específicas, elaboramos un plan de intervención individualizado.
Nuestro objetivo es proporcionar a los jóvenes las herramientas necesarias para desarrollar habilidades de afrontamiento saludables, mejorar su regulación emocional y fomentar conductas prosociales. Igualmente, brindamos apoyo a las familias para navegar estos desafíos y fortalecer los vínculos afectivos.
En definitiva, si te preocupa el comportamiento de un joven cercano, no dudes en ponerte en contacto con nuestro centro de psicología en Narón y solicitar una primera consulta.